Un poco de Historia de la familia
Eran los tiempos de mi bisabuelos "Juan de Dios Parra" y Virginia Fuentalba ,nacidos en Bulnes o San Carlos en el año cerca del año 1830 , “los colonizadores”, aquellos que con su carreta cargada de sueños sin mas bienes que los que pudo acomodar sobre sus yuntas. una mañana de 1879 según mis cálculos, partió impulsado quizás por que antigua necesidad desde su pueblo natal, hacia el lejano y desconocido Lumaco, con las Patas y el buche partimos todos ese día, miramos por última vez nuestra cuna, echamos nuestras penas a la espalda un suspiro, un beso, aspiramos hondo y finalmente el grito de Juan de Dios dando comienzo a la aventura de sus vidas a las tierras de mas al sur.
Cruje la madera, se tambalea la carreta, las coyundas estiran pero aguantan sosteniendo la valiosa carga que sobresale por las barandas de luma, resoplan los bueyes cual pequeñas y nobles locomotoras al compás del vapor que escapa por sus narices que brillan a la luz de la luna, el grito de Juan de Díos va desapareciendo en la lejanía
Debió ser de noche cuando las siluetas inician el viaje bajo la cúpula celestial tamizada de astros. Una a una las figuras comienzan a moverse lentamente pero sin apartarse demasiado, afuera abundan los peligros, de bandoleros que atacaban caravanas de colonos, había que andar armado para defenderse, había que tener temple para sobreponerse a la oscuridad mitológica y de leyendas.
Aquellos eran días de tradiciones de noches oscuras y de miedo, de narraciones de diablos y demónios, de aquel satanás que vestido con elegantes y oscuros atuendos de huaso se llevaba con viles engaños a desprevenidos caminantes, emitiendo una gutural carcajada que rebotaba en ecos por los faldeos de los cerros vecinos para después tras un potente taconazo dejar la marca de la bota estampada en la roca, desapareciendo tras una amarillenta y olorosa nube de azufre., y que aseguraban algunos desdichados haber presenciado.
Abrigados por gruesas capas de castilla las emprenden al sur, algunos lloran otros rezan y se encomiendan al supremo mientras aprietan en sus manos el rosario balbuceando el padre nuestro antiguo ese que decía, "Perdona nuestras ofensas así como nosotros perdonamos a nuestros ofensores", ese padre nuestro de viejas iglesias de madera y de procesiones multitudinarias, de pecados, de arrepentimientos, de oraciones y prolongados ayunos. Lentamente empieza a quedar atrás el pequeño pueblo natal de Búlnes, Juan de Dios no quiere mirar hacia atrás no quiere volver la cabeza para una última mirada, la decisión ya fue tomada y fue conversada por todos no hay tiempo para indecisiones ni para arrepentimientos.
Muchas miradas de quienes lo siguen lo vigilan, por eso debe mantenerse sereno el es el hombre, lleva la responsabilidad de mujeres y niños, la suerte esta echada y atrás ya no brillan las luminarias y todo se va haciendo pequeño todo va oscureciendo hasta desaparecer por sus labios escondidamente susurra un adiós al emprender la marcha hacia las tierras en donde falleciera apenas unos años mas tarde 1885.
Coincidentemente una desmarañada colonia de gringos procedentes desde Italia de la región de liguria y del norte de Italia que empujados por el hambre que azotaba por ese entonces a toda europa, hacia su ingreso a la historia de chile, a la región colindante a Lumaco la región de Capitán Pastene, llamada así en homenaje a un famoso navegante genovés, quien prestó sus servicios a la corte española por los años de 1540.
Sus destinos estarán sellados a partir de este momento y el el futuro algunos de sus descendientes mezclaran nuestra sangre, nuestras historias y nuestras tradiciones, las tratorias con el boliche las humitas con la polenta, la empanada con el raviolli, el apol con el jamón, el parmesano con el merquen, la tarantela con la mistela.
El viaje fue bastante largo y azaroso según los históricos termino usado para referirse a la parentela mas antigua conocedora del saber familiar, opuestos están los teóricos dentro de los cuales me cuento yo refiriéndose a los parientes mas jóvenes o que no tuvimos el honor de conocer a nuestros abuelos, discusión que se mantiene todavía, para definir los integrantes de los bandos.
Quisiera entrar en detalle para entretener el relato pero lo cierto es que en mi memoria guardo solo datos aislados recopilados de a través décadas, las memorias son frágiles y los protagonistas ya desaparecieron, se cuenta que se en el camino se atendió el parto de tía Eleoniza ó (Nicha, Madre de Ruperto y Miguel), sostengo que al menos viajaban sus hijos Laura, Delfina “no dejaría descendencia pues no se casó”, Darío, Ricardo, Artemón bordeaba recién unos párvulos 6 años según me indican los calendarios.
Generalmente estos viajes se hacían en caravanas de varias familias ya sea para acompañarse y socorrese mutuamente, por eso que sospecho que este viaje podrían haberlo hecho integrantes de otras familias, imagino que también venían los hermanos de Virginia, Doña Ester Fuentealba quien se casaria con don Carlos Silva (Maquinista del tren chico), Emelina Fuentealba quien se casaria con don José Saez y Don José Maria Fuentealba que se casaria con doña Juanita manriquez.
Don Jóse Maria Fuentealba y Doña Juanita engendraron Ester, Emelina y Adrian quien al apostre se conviertiera en mi abuelo Materno y por consiguiente en primo del Abuelos Artemón.
Mi abuelo Artemón se casó el 6 de mayo año 1909, con Emelina Chavez quien fuera hija de un comerciante del sector, lo que me trae a la memoria las famosas tiendas multichavez de Valparaíso y que fue la primera multitieda de chile, rival directo de las tiendas de Falabella tambien de valparaiso.
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