HOMENAJE A UNA FAMILIA DOLIENTE

Crujen cuartones y vigas, tiemblan paredes y techumbres, se desquician puertas, mamparas y ventanas, vibran las cucharas sobre la mesa, caen floreros y cuadros de las paredes, mientras el gato huye apresurado y los perros buscan refugio bajo las mesas, cuando el bullicioso tropel, hace su ingreso a la casa.

Son muchos , muy numerosos, vienen alegres y festivos , llenos de vida y gozo ,son hombres y mujeres, ancianos, adultos y niños, vienen cantando y riendo, con ponchos, sombreros y guitarras, ollas y sartenes, carbón, carne y longanizas y empanadas, mariscos, limones y cebollas , vino tinto y del otro, haciéndose zancadillas y palmoteándose.

Se instalan tomando por asalto todos los rincones, siendo el mas disputado :la cocina, desde donde prontamente comienzan a surgir todo tipo de alimentos de diversas presentaciones, junto al desfile de vasos con diversos líquidos, todo en medio de una gritos y chillidos acompañados por carcajadas y celebraciones cómplices, mientras el humo de la parrilla comienza a invadirlo todo.

Luego cuando por fin me adapto a este vendaval, comienzo a observar otros detalles que están opacados por estos iniciales y comienzan a surgir los otros rasgos. Así, en medio de estas deslumbrantes miradas, hay otra mas melancólicas, profunda y soñadora, de uno de ellos que parece distante y pensativo, que es robusto y fuerte como un toro, por lo que lo miro absorto, hasta que otro de ellos me llama para saludarme dándome la mano con un racimo de plátanos, por lo que soy blanco de burlas y risas, lo que provoca que con un destello, mi recuerdo viaja con agradecimiento al pasado, cuando mi padre nos daba permiso para juntarnos con estos personajes, por lo que estoy suficientemente adaptado (creo), a esta dinámica de vértigo, y por lo mismo, alarmado, vigilo con atención las evoluciones del de los ojos mas azules, que tiene la fama de ser el bromista mas peligroso y temible. Por algo es el que se parece mas a su desaparecido padre. Debo estar cerca para vigilarlo con atención.

Me saca de estas reflexiones, con un sobresalto, la voz de mando tajante, de una de las mujeres que alguna vez fue la directora de la banda, mientras otro le responde alterado, imaginándose quizás que cosa, ya que no escucha bien, pero el sabe que hay que ser parado en las hilachas y lo hace muy bien, y el tono de la discusión se eleva a niveles alarmantes, por lo que miro preocupado hacia la única salida, por si hay que apretar, pero me calman, los tranquilos y hablantes ojos de mi madrina con su sonrisa, que me observan desde el otro extremo, junto a su otra hermana de suave y dulce presencia.

¿Se sirve un vinito primo?, me dice otro, que lo mismo esta un rato trabajando en su laptop, como después picando mariscos para saltearlos , para luego dar instrucciones organizativas, que no se cuestionan, mientras su mirada va ágil de un punto a otro, para después aparecer a mi lado, chocando su copa con la mía, para acto seguido, nuevamente desaparecer y encontrarlo arrodillado, riéndose de los niños mas pequeños, haciéndolos golpearse las manos con el marco de las ventanas, apenas conteniendo la risa.¿Y tu quien eres? me pregunta mi anciana tía, y mi mente nuevamente viaja a la niñez ,mientras miro su mano de piel cansada, y me veo pequeño frente a ella, cuando me acaricia mi cabeza, mirándome con dulzura y sonriendo, mientras exclama: "si se parece tanto a mi niñito",y miro a ese niñito actual, mientras me digo ¿que habrá encontrado de parecido? La cabeza tal vez, y medito: ¡ que gran corazón de esta anciana, que le basto y le sobro amor para dar y repartir a pesar de su gran prole!

Son ellos , llenos de vida y vitalidad, lo mismo gritan ríen cantan y se pelean con pasión, pero en los momentos difíciles , se unen con decisión, y despiden a sus muertos con una ovación.

Adiós hermanita le dijeron unos, un hasta pronto, decían las otras que quedaron asustadas, con la broma final de la hermana que partía, que no se aguanto las ganas de decir que a una de ellas se llevaría. Debe estar con su padre, y sus otras hermanas, en estos momentos, contando su gracia, todos juntos llorando de risa y alegría.

Así son estos Parra Fuentealba, que andan por la vida, por todos lados disfrutando, desencajando, desquiciando las casas, y de sus travesuras gozando.

Mario Parra Chaparro