martes, 3 de marzo de 2009

Historia de sexo, espanto y decepción

OCURRIO EN NIEBLA
Prologo
Nuevamente soy un instrumento de la familia llamado esta vez a publicar una historia de alguien que no quiere ser descubierto.
Nelson
A continuación la historia sin censura. Por favor sean cautos en los comentarios.




Historia de sexo, espanto y decepción



(SOLO PARA MAYORES CON CRITERIO SUMAMENTE FORMADO)


Los hechos han sido disimulados para ocultar la identidad de sus autores. Toda asociación con la realidad es mera coincidencia





I


Habíamos viajado hasta Niebla, con el objeto de concurrir a la tercera reunión del clan descendiente de los Parra Chávez, y de paso tomar unas breves vacaciones a solas con mi mujer, ya que los hijos, junto a su primo, habían partido un mes antes a explorar los parques nacionales de la carretera austral del país, por lo que aprovecharíamos esta instancia convocatoria, para verlos también.
Como la mayor parte del viaje lo realizaríamos a solas, desde sus inicios comencé a calcular las posibilidades íntimas que un viaje despreocupado a solas con ella me ofrecerían, mientras la observaba agachada con su faldita corta, acomodando su equipaje en la maleta del auto. El viaje transcurrió tranquilo y distendido, acompañado de un buen clima, y del buen animo de mi acompañante, a quien el viaje entretenido, hecho sin prisa, le asentaba cada vez mejor, mientras miraba de reojo de tanto en tanto la piel tersa de su rostro, con sus hermosos ojos, además de aprovechar cualquier movimiento en la palanca de cambios, para rozar con aparente distracción con los vellos del dorso de mi mano, la suave piel de sus muslos, que se exponían generosos en mi campo visual durante este viaje


II

Una vez llegados a destino, unos días hermosos nos recibieron, los cuales transcurrieron suaves, diáfanos y ligeros, en medio de un ambiente festivo, en un paraje de ensueño, digno de un cuento de Tolkien. Mañanas ligeramente brumosas que se perdían a lo lejos entre islas pletoricas de selvas frías y canales de aguas frescas y calmadas, provenientes de la mezcla del Calle Calle con las del Pacifico. Lugar tranquilo pero con mucha actividad de turistas felices y transbordadores que comenzaban temprano su ajetreo, mientras el día comenzaba a avanzar entibiándose, hasta llegar a la hora de almuerzo, en donde en tropel concurríamos a las fiestas costumbristas del lugar, en el que la miscelánea culinaria tomaba protagonismo en las animadas mesas, que el nutrido grupo de familiares tomaba por asalto. Todo tipo de comidas terrestres y marinas y al fondo, la figura de mi amada ,con su hermoso rostro radiante de felicidad que dejaba entrever su gozo por los puires, rojos, húmedos , brillantes y gordos que voluptuosamente ingresaban a su pequeña boquita…y me quedo suspendido en ella encontrándome de pronto sumergido en inconfesables pensamientos, mientras navego en sus ojos profundos, pensando en los efectos que de seguro este nutritivo plato marino producirá en ella, mientras mi vista se posa en las rotundas ondulaciones de sus pechos, cuando me percato de que algo lucha por abrirse paso con brusquedad en mi entrepierna, por lo que sobresaltado, vuelvo a la realidad esperando que nadie haya notado el efecto de mis pensamientos… Esta será una gran noche pienso.
Tarde de rápido transcurso y febril actividad de un lado a otro, encargos varios, viajes a Valdivia, asados nocturnos, noche cansada, mi mujer rendida y su sueño inevitable. Seré paciente, la próxima será la vencida.


III

Al día siguiente, una nueva mañana hermosa, de calido desayuno con mis hijos, en la acogedora cabaña de un grato ambiente y los paseos matinales para contemplar los magníficos parajes oceánicos e insulares, con el fresco viento marino del Pacifico que se colaba en mis pulmones, que en forma estimulante me llevaban persistentemente a posar mi vista en las curvas y redondeces de mi mujer, que se veía dichosa y vital y seguramente estimulada. El cazador debe tener paciencia me repetía, mientras me crecía el colmillo. Ya llegara el momento.
Hora de almuerzo, con nuevas aventuras culinarias oceánicas, que se conectaban de manera directa con mis ya congestionados circuitos neurológicos relacionados con la reproducción y la conservación de la especie, en un verdadero hiperestimulo que producía como respuesta, repetidas reacciones que pujaban por mostrarse y que debían ser discretamente acomodadas para disimularlas. Y la mirada en su boquita, de labios brillantes por la humedad de las lenguas de erizos que lujuriosamente eran engullidos sin pausa en el centro de su boca, ubicada en el hermoso ovalo de su rostro, flanqueado por la exuberante cabellera de mujer de fuego, que en esos momentos imaginaba mas ardiente que nunca, y que provoco esta vez , una incomoda respuesta desde las profundidad de mi pantalón, que a esas alturas comenzaba a ponerme de mal humor, mientras mi vista se posaba ansiosa en las poderosas curvas de sus caderas de hembra hispana.
Por fortuna mis primos y su bullicio y mis pequeños sobrinos que cual chaquetitas amarillas que se colaban en mi plato, me distrajeron lo suficiente para alejarme de los inconfesables pensamientos que se agolpaban.
Mas tarde la gran fiesta familiar y un baile febril desatado, le añadió mas presión a mis percepciones, en un universo que para mi, comenzaba a girar solo en torno a mi mujer, que a esas alturas era todo mi objetivo, mientras sus formas me parecían cada vez mas rotundas y deseables, con su mirada cada vez mas prometedora. En medio de todas esas sensaciones embriagadoras, la fiesta llego a su fin, pero con mi mujer rendida que se durmió irremediablemente, pese a mis esfuerzos, por lo que termine mordiendo el borde de la marquesa para apaciguar mis ideaciones violatorias. El cansancio finalmente tendió su manto de alivio y por fin me dormí también.




IV

Al otro día, comienza la última etapa de las festividades familiares que nos habían llevado a Niebla, con un almuerzo nuevamente a base de mariscos, por cuyos efectos estimulantes, a esa altura, corría el riesgo de sufrir un colapso generalizado. Actividad entretenida con bailes incluidos, que me mantuvieron ocupado con ideaciones fantasiosas afiebradas, que incluían el rapto y arrastre de mi mujer hacia los matorrales para ultrajes varios, mientras me prometía que esta noche, cueste lo que cueste, tendría que ser mía, una y otra vez, y en reiteradas oportunidades, sin importar miramientos ni reclamos. Si señor, esta noche me repetía, mientras la presión intracavernosa subía sin cesar, por lo que me alegre de mi decisión de usar blue jeans, cuya tela gruesa con cierre y costuras reforzadas, me daban mas seguridad en este estado, y en medio de esta nube de fantasías y realidades , con las actividades familiares , el día se fue, concluyendo las festividades que nos habían convocado a ese sugerente lugar, con la consecuente despedida de la numerosa parentela, que comenzaban a retornar a sus hogares y nos fuimos quedando casi solos en las cabañas, por lo que una vez caída la noche , con los ojos congestionados y con la mente poblada de pensamientos lascivos y muy malas intenciones, nos recogimos a la quietud de nuestra cabaña, mientras la seguía sobandome las manos y lo otro, hipnotizado por el vaivén de sus caderas, prometiéndole con el pensamiento: “ahora si; de esta no te salva el ¡ni el Papa!”.
Pero al llegar a la cabaña constatamos para mi sorpresa, que estaban mis hijos con mi sobrino , encendidos y con ánimos de charlar sobre los últimos acontecimientos, por lo que instalados en la tertulia familiar, la noche fue avanzando rápido, en medio de mi desesperación, que ni la ducha fría calmo, mientras mi mujer que me parecía cada vez mas rica , se entretenía conversando animada, con los hijos y sobrino, y mucho mas tarde, llegado por fin el momento de acostarse, estando ya desnuda, nuevamente cae rendida, en un inevitable sueño profundo, y yo desesperado, de nuevo a roer esta vez, el larguero de la cama.




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Siguiente capitulo, SEXO (por fin), a publicarse en fecha próxima, dependiendo de el interés de los lectores y de las criticas surgidas de una historia de contenido progresivamente erótico, que seguramente no dejara indiferente a muchos ,y que tal vez provocara polémica (lo que seria optimo), además de denunciar algunos hechos sucedidos durante nuestra ultima reunión familiar y que amenazan nuestra futura convivencia)
(Se recomienda la supervisión de un adulto con sus facultades mentales conservadas)

AUTOR ANONIMO

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