lunes, 28 de julio de 2014

Despedida de Daniel Guerrero a la Tia Elvira

Escribo este mensaje para despedir a mi abuela como se merece.

Como los nietos que fuimos, siempre aprovechamos las bondades y los buenos momentos que ella nos ofrecía, siempre con energía y con amabilidad convertía nuestros veranos en cosas divertidas aunque ella siempre decia que tenia poco, para nosotros fue suficiente y mas. No siempre fuimos los mejores, pero siempre la quisimos, hay tanto buenos momentos que recordar, juntos con el patio que cuando chicos parecía tan grande y los arboles tan desafiantes de escalar. El tiempo es cruel y no te das cuentas de lo que pierdes hasta que llega, cada verano se hacia mas corto, cada viaje era por menos días y por crecer te olvidabas de esos pequeños detalles que eran la felicidad para ella. Pero siempre nos comunicamos, en los momentos de felicidad era de las primeras personas en contarle y compartía ese logro contigo, aun cuando ella perdía movilidad, nunca perdió su lucidez y podías conversar con ella durante horas.
El 14 de julio ya cerca de la 18:00 mi abuela dejo de existir, se fue de forma tranquila a un lugar mejor, y aun no lo puedo creer ya que solo la semana anterior hablaba con ella, y aun viéndola en el féretro no lo creía, nunca pensé el impacto que hizo en nosotros y la influencia que era para mi, ya nada parecía lo mismo. Después de compartir con los Parras me di cuenta de lo importante que era y el impacto que deja su salida en la familia, y me demuestra que con esa amabilidad y ternura que siempre mostró valen tanto como cualquier cosa en este mundo y solo esperamos que este bien y tranquila junto a nuestros seres queridos que se fueron antes y que seguro ahoran estan todos juntos.

Sus nietos: Maria Lorena, Rene y Daniel Guerrero Parra Hijos de Maria Elvira.

lunes, 21 de julio de 2014

DESPEDIDA A LA TIA ELVIRA

"Hay muchos momentos y situaciones difíciles en la vida de un hombre, pero indudablemente la más difícil de todas es la despedida final de su propia madre, es por eso que mediante algunas ideas escritas en forma rápida y desordenadamente en una hoja de papel, resumo lo siguiente:
Desde su primera juventud fue empleada pública en el Servicio Nacional de Salud y específicamente en el Hospital de Angol, y paralelamente esposa y madre de cuatro hijos. Ambas formas de vida las mantuvo siempre en su más alta expresión gracias a su gran capacidad de trabajo y por que no decirlo gracias también a su capacidad física.
La participación que le cupo en nuestra educación desde nuestra temprana edad fue siempre sin ninguna mala expresión y menos aún un castigo físico.
Todas estas cualidades unidas a su humildad y bajo perfil, cualidades no bien aceptadas en nuestra sociedad pero que, sin embargo, le dieron un fuerte sello personal que nosotros como hijos agradecemos enormemente y que además le permitió mantener a lo largo de los años amistades hermosas y duraderas.
Ya en el otoño de su vida y luego viuda se dedicó, además de las labores habituales de la casa, a otras actividades de su entorno como su participación en la Agrupación de jubilados de la salud, su permanente y creciente espiritualidad expresada en la Legión de María y actividades propias del Centro de Madres en donde aprendió manualidades como trabajos de pintura, bordados en tela y fabricación de flores ornamentales además de muchas otras actividades que se me escapan en estos momentos, actividades todas que señalan su gran energía.
Estoy sí seguro que su actuación a lo largo de su vida fue premiada por el Padre Dios haciendo que el momento de su paso de la vida a la muerte fuera rápida y sin sobresaltos a través de un suave y tranquilo sueño  aproximadamente a las 18,30 hrs. del lunes recién pasado; digo aproximadamente porque de acuerdo a los testigos presentes no hubo un cambio notorio en la expresión de su rostro.
Finalmente, agradezco a Dios por haberla tenido como nuestra Madre y la entregamos ahora al plano de los cielos por la eternidad de las eternidades.
Además agradezco a la familia presente, a los vecinos y a los amigos, por hacernos de estos difíciles momentos más llevadero."

ORLANDO PARRA DIAZ

jueves, 17 de julio de 2014

Tia Elvira del Carmen Diaz Roa















Tía, ya no estarás en tu casa para recibirnos en nuestro camino a Lumaco.
Pero quedara ese cariño con que nos acogiste.
Te recordaremos en la puerta de tu casa de la población Rancagua
o la de la calle Las Rosas de Angol, junto a nuestro querido tío Orlando,
cuando nos esperabas y cuando continuábamos nuestro viaje.

Ayer, frente a la misma puerta, te despedimos junto a tus hijos y nietos.
Los abrazos fueron eternos y las palabras de amor.














a la salida de Angol un arcoiris,...es tu magia que desde el cielo nos despidió.

Tus sobrinos Tulio, Dario y Claudio